martes, 22 de diciembre de 2015

Cuento. El niño y los clavos

Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca.
Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.
Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, que sacase un clavo de la cerca.
Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:
- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.
Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.
Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.
Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron con que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

5 comentarios:

  1. Debemos tener cuidado con las personas a las que queremos y las que nos quieren. A veces provocamos o nos provocan cicatrices en el alma que son las que mas duelen.Con el tiempo, quizás se conviertan en tan solo un mal recuerdo, pero tardan mucho en ser olvidadas.Si has sufrido alguna no olvides ser tolerante y comprensivo con los que te hirieron y si fuiste el que causaste el dolor cura esa herida con todo el amor que seas posible de entregar. En esto consiste la verdadera amistad o amor o...como queráis llamarlo.

    "Equipo Biblioteca"

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  2. Nunca tienes que enfadarte,tener genio ni mal carácter y sobre todo tener genio con tu padre.

    Fran5a

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  3. No hay nadien mejor que con estar a tu lado que la persona que te quiere para aprender de ellos jose toro 5 a

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  4. Gracias al padre el niño reflexiono y decidio no tener ya mas mal caracter ya que hacia daño a su familia.
    Alicia 5ºA.

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